Pero no todo son similitudes con los grandes clásicos de la Antigüedad ya que, pese a lo que acontece en los otros libros, Las mil y una noches se continuaron escribiendo hasta hace relativamente poco tiempo. Por ello a día de hoy los estudiosos todavía no tienen del todo claro cuántos eran los cuentos que conformaban las primigenias mil y una noches, ni cuántos son en total o cuáles son los "originales". Las versiones son muchas y muy diversas, por lo que es probable que nunca se llegue a un acuerdo total. En parte esta peculiaridad hace que la obra sea todavía más enriquecedora, pues no solo refleja la tradición narrativa más antigua, sino que también incluye bastantes pasajes originarios de la Edad Media e incluso épocas posteriores, por lo que resulta útil incluso para analizar la evolución de diversos aspectos culturales del mundo oriental. Personalmente pienso precisamente en eso radica parte del encanto de Las mil y una noches; en la idea de la historia infinita, la transmisión cultural que pervive y continúa retroalimentando su leyenda con más historias, mas cuentos, mas noches, más ingenio para salvar la vida... más magia.
Para aquellos no iniciados en el maravilloso mundo de Las mil y una noches – algo imperdonable-, diré que cuentan la historia del sultán Sharhiar quien, tras haber sido traicionado por su primera esposa, decidió contraer matrimonio cada día con una nueva doncella a la que decapitaba la mañana después del matrimonio, una vez que esta había sido desflorada. Un día, Scherezade, la hija de un hombre importante en el reino, decidió enfrentarse al sultán, ofreciéndose voluntaria para contraer matrimonio él. Antes del amanecer, momento en el que debería llegar su fin, la joven pidió al sultán un último deseo: despedirse de su querida hermana. Sharhiar, quien accedió a la petición, asistió a la despedida en la que Scherezade comenzó a contarle una historia a su hermana que todavía no había terminado cuando les sorprendió el amanecer. El sultán, intrigado, perdonó temporalmente la vida a la mujer con el deseo de oír la continuación de la historia la noche siguiente. Así, narrando pequeñas historias nocturnas que se entrelazaban entre sí, Scherezade logró contentar al sultán y mantenerse con vida hasta el día en que,mil y una noches después y ya con hijos de por medio, el sultán había perdido todo interés por matarla a ella o a cualquier otra persona.
En la actualidad existen colectivos feministas que critican fuertemente la figura de Scherezade y la imagen que da de la mujer (entonces mejor ni hablamos de la imagen que el sultán Sharhiar da del hombre). Personalmente no considero que este personaje tenga connotaciones negativas; me parece simplemente una persona que, gracias a su ingenio, logra detener una masacre en el reino sin necesidad de violencia alguna ni confrontaciones directas. En cuanto al papel de la mujer y la sociedad en el conjunto de Las mil y una noches, en ocasiones considero que reflejan una sociedad mucho más libre que en la actualidad, con personajes e historias cargadas de un erotismo actualmente impensable. De hecho, una de las ediciones más recientes de la historia ( El Cairo, 1985) causó un gran revuelo, llegando a considerarse inmoral y anti-islámica. Este hecho, a mi entender, refleja un retroceso en los derechos de la mujer en el mundo árabe y un prohibicionismo y tabú sobre el erotismo y la sexualidad que no siempre estuvo presente en su cultura.
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